Este año 2008 serán 24 las películas chilenas que se estrenarán, La cantidad total de espectadores llega 700.000 personas. Muy poco para tanta producción. Por ejemplo: el film “199 recetas para ser feliz”, del director Andrés Waissbluth, duró una semana en cartelera al igual que “Desierto Sur”, de Shawn Garry.
Al público chileno no le interesa ver realizaciones nacionales. A mi tampoco. Pero si estoy dispuesto a ir al cine a ver películas de calidad. Yo creo que la falta de motivación del público la están creando los mismos directores con la calidad de sus trabajos. Historias sin interés. Guiones malos. Dirección regular. Demasiados localistas, por no decir pueblerinas, para un mundo globalizado.
Pude ver una película chilena en el cable, lo que significa compararla con otras producciones internacionales, y se notaba demasiado el nivel regular y eso que había sido unas de las mejores en el país. Por lo demás, los comentaristas de cine realizan su análisis de un estreno chileno desde una perspectiva patriótica: “digamos cosas buenas porque es un esfuerzo nacional”. Yo lo vi y escuché en la televisión. Así como. Ni crítica ni auto crítica.
Obviamente que los directores le echan la culpa a cualquier cosa menos al producto que están entregando a los aficionados al cine: a la distribución, que va menos gente al cine, que el cine es un poco anticuado, que las producciones extranjeras tienen mucho marketing, que no se le ha dado mucha difusión al cine chileno o que los costos son muy altos. Pero, de la calidad de lo que hacen, dicen nada.
Aunque como dijo alguien: “estamos haciendo grandes películas que no están llegando a la gente, porque no tenemos un lugar donde protegerlas y que tengan su justo espacio. No tenemos porque sucumbir ante las leyes comerciales” (Cristina Littin. Revista Glamorama).
En mi opinión, una buena película siempre llega a la gente y tiene su espacio asegurado. Y si a alguien no le gusta el marketing o promociona mal su film, difícilmente alcanzará a las audiencias.
No sólo con entusiasmo se alcanza el éxito.
