septiembre 29, 2007

De historias a guiones



El critico francés Louis Delluc escribía en 1918:
"Mirad a vuestro alrededor, notad la calle, los autobuses, las tiendas, los autos, la gente, están llenos de mil dramas, de mil comedias originales que desafían vuestro talento. ¡Oh gente de talento!. La realidad contemporánea es efectivamente, una fuente inagotable".

Para un film los temas son universales: puede ser una obra ya existente, como una novela, una obra teatral, un cuento o bien una obra expresamente creada para convertirla en film publicitario: se han hecho films publicitarios tomando como punto de partida un suceso periodístico, un acontecimiento histórico, una poesía, una canción, una biografía, e incluso se han inspirado en un fragmento musical.

Lo que cuenta es la elaboración cinematográfica del tema argumental.

1. Contar con una historia: plantear una idea y elaborar un argumento. Se podrá hablar de argumento solamente cuando se disponga de una idea suficientemente elaborada; una verdadera narración con personajes, acciones, desenlace, etc.

Los personajes que participan en un film se pueden clasificar en:

Personajes principales: En ellos recae la acción principal. Son los protagonistas.

Personajes secundarios: Solo tienen importancia como parte del argumento. Ayudan a la continuidad de la acción.

Personajes episódicos: No están al servicio de la acción principal. Son ambientales y caracterizan situaciones culturales, sociales o históricas.

2. Realizar la estructura narrativa: sinopsis, es decir, descomponer el argumento en unidades simples. La sinopsis (palabra derivada de la expresión griega synoptikon: que abarca todo de una sola mirada), es un resumen del tema argumental. Condensa la acción teniendo en cuenta las imágenes y sonidos que servirán para expresarlo en lenguaje cinematográfico. Una sinopsis, debe pues, intentar la reducción del tema a la cantidad de tiempo que debe durar el film.

3 Desarrollar las secuencias: (división espacio–temporal de la estructura: guión literario. Se indica una primera y esquelética subdivisión de la materia según sus escenas.

Las ideas son abstractas y no se pueden fotografiar, por lo que, si una idea se ha de convertir en un film, ha de expresarse antes en términos concretos. Este es sencillamente un relato claro del argumento que permite al que lo lee no solamente comprenderlo, sino hasta "verlo" mentalmente, es decir, escribir en imágenes.

Por consiguiente hay que expresarlo visualmente. Todo lo esencial tiene que estar en pantalla. Hay que tener en cuenta la palabra ha de contribuir a la acción importante y nunca debe reemplazarla.

En el guión literario todos los personajes y todas las acciones deben quedar suficientemente fijados y delineados. La acción se desarrolla bajo nuestros ojos, los personajes no nos son descritos y analizados por sus intenciones, sino que actúan según lo que son: es decir, ya han sido halladas las escenas, las acciones que deben dar la impresión al espectador.

El guión literario, dice todo lo que ha de pasar en las escenas de un film, incluyendo gestos, actitudes, poses, etc., es decir, relata el film tal cual lo veremos en la pantalla, escrito por secuencias.

En el guión literario se resuelven tres problemas:

1) Todo aquello que han de saber los espectadores a través de las imágenes.
2) Todo aquello que han de saber los espectadores a través del diálogo.
3) Todo aquello que han de saber los personajes a través de lo que ellos ven y escuchan.

4. Planos: (parcelación espacial de la secuencia: guión técnico.

El guión técnico es la descripción de imagen toma por toma, de sonido, iluminación y de observaciones técnicas especiales desglosado al máximo y por el cual el director realiza su película. El guionista debe ser un consumado relator de imágenes.

El diálogo debe ser complemento de la imagen, porque la imagen expresa todo. Es un relato icónico. Todas las escenas y tomas superfluas que no se pueden justificar deben suprimirse, al igual que el diálogo, el cual debe ser preciso.

Así es, en pocas palabras, como se arma una historia y se convierte en guión para una película.

septiembre 10, 2007

Lev Kulechov y el montaje cinematográfico

El cine soviético, de las primeras décadas del siglo XX, está marcado por una preocupación principal por el montaje y el problema espacio-temporal de una película.

Sergei Einsestein decía: "El montaje es el arte de expresar o de significar por la relación de dos planos yuxtapuestos, de tal suerte que esta yuxtaposición haga nacer una idea o exprese alguna cosa que no este contenida en ninguno de los dos planos tomados por separado. El conjunto es superior a la suma de las partes...".



Lev Kulechov (1899-1970) fue un teórico y director de cine soviético que introdujo el montaje y teorizó sobre decorados, luz e imagen. Entre sus películas más destacadas están: “El proyecto del ingeniero Prite” (1918), “Por ley” (1926), “El canario alegre” (1929) y “El gran consolador” (1933). Sus libros más importantes son “El arte del cine” (1929) y “Los fundamentos de la realización fílmica” (1941).

Está considerado el padre de la cinematografía soviética por sus investigaciones sobre el montaje desde un punto de vista lingüístico y de la percepción.

De la experiencia que desarrollaron cineastas como Kulechov y Pudovkin se deduce el poder de asociación que se establece al relacionar dos planos entre si. Un mismo plano puede provocar asociaciones diferentes.

El efecto Kulechov se dirigía a probar el sentido del montaje y consistía básicamente en lo siguiente:

Un plano del actor ruso Iván Mosjovkin en expresión neutra, antepuesto o pospuesto a otros planos (un ataúd, una niña feliz, un plato de comida) conseguían por asociación, ideas muy distintas en cada caso.

En las distintas proyecciones que se hicieron a un público no avisado, al preguntarles sobre la expresión del actor (siempre la misma toma inexpresiva) se observó que, dependiendo de los planos anteriores o sucesivos, los espectadores contestaban mayoritariamente que veían lo siguiente:

a) Unido al plano del ataúd: gran tristeza y amargura
b) Unido al plano de la niña: ternura y alegría
c) Unido al plato de comida: sensación de hambre y apetito.

El espectador se convencía de que el rostro reflejaba en cada caso una emocionalidad diferente aunque el rostro del personaje era siempre el mismo.

En consecuencia, lo importante no es el contenido de los planos, sino la manera de combinarlos.

La asociación se produce siempre en el espectador, y por lo tanto había que preverla y contar con ella desde el principio. En otras palabras, el mensaje fílmico lo hace la persona que recibe la comunicación audiovisual.

En la narración cinematográfica dentro de una película cada plano hay que entenderlo como un signo, como una letra y que en cohesión narrativa forman las palabras, las frases, los párrafos y los capítulos de la obra fílmica.