Se supone que el film “Los infiltrados” (The departed”), basada en el filme oriental ¨Infernal affairs¨, es una carta fuerte para el Oscar 2007. Pero sólo es una buena película de acción. Tiene muchos errores de continuidad actoral y malas soluciones a complejos problemas de relaciones y acción, solucionados mediante balazos. Una muy larga cinta que decepciona a medida que progresa, en una trama mal hilvanada y en la que parece que sobran determinadas secuencias. El factor romántico es protagonizado por una siquiatra que no justifica su rol que es forzado e intrascendente. El filme sólo se sustenta en la calidad de sus actores principales: Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson. Nada más.
Su director Martin Scorsese (64 años), que ha sido nominado nueve veces al Oscar y nunca ha ganado, es uno de los grandes del cine contemporáneo, con una filmografía de más de 40 años, con obras como "Taxi driver" (1976), "Toro salvaje" (1980), "Uno de los nuestros" (1990), "Malas calles" (1973), "El rey de la comedia" (1983), "Jo, ¡qué noche!" (1985) y "Al límite" (1999), "Gángsters de Nueva York" y "El aviador", entre otras.
El problema es que en la ejecución de su último filme no refleja su gran calidad y oficio como director, a pesar de su elenco y de la ingeniosa historia. No está dando la medida para un Oscar.