Bernd Eichinger. Es un destacado director de cine alemán, de 55 años. Hijo de un médico rural, un hombre de profundos principios tradicionales. En su casa la disciplina era muy estricta: cada mañana a las seis iba a la iglesia, después preparar la lección, desayunar, ir a la escuela, almorzar, una hora y media libre y después a estudiar de nuevo. Después de la cena y de la oración antes de dormir, estaba prohibido hablar, hasta el desayuno del día siguiente.
Para tranquilizar su rebeldía, sus padres, lo enviaron a un internado donde formó parte de una banda de rock. Pero no tenía condiciones para la música.
Casi fue en profesor en una escuela de algún pueblo de Baviera. Pero lo que le gustaba era fotografiar, pintar, leer y especialmente escribir. Solicitó su admisión como estudiante a la Universidad de Cine de Munich, por entonces recientemente fundada y lo aceptaron,
Empezó a escribir guiones y a trabajar como director de producción de la Radio y Televisión de Baviera, hasta que en 1974 fundó por fin su propia compañía de producción, Solaris. Posteriormente, se transforma en el más importante productor del Nuevo Cine Alemán.
Cuando, en 1979, la compañía Constantin Film AG se encuentra en dificultades financieras, Eichinger elabora un completo plan de saneamiento, ocupa el puesto de director general y se convierte en copropietario de la empresa.
Vive por y para el cine. Fue el productor de La historia interminable, El nombre de la rosa, En un lugar de África, Rossini y El tesoro de Manitú, entre las más destacadas.
Actualmente, Eichinger, es el más exitoso productor cinematográfico de Alemania. De las diez películas más exitosas producidas en Alemania desde 1980, seis fueron producciones de la marca Eichinger. Ha ganado los trofeos Bambis, Cámaras de Oro y se acaba de agregar el Premio de Cinematografía de Baviera.
Después de “La caída”, su próximo proyecto es llevar al cine la novela “El perfume”, de Patrick Süskind. La novela, en alemán, más exitosa de la historia.